Listas con los cinco hombres más ricos del mundo
Listas con las cien personas más influyentes del siglo.
Listas con las diez mujeres más atractivas de España.
Listas con los mejores empresarios, los mejores deportistas,
los mejores gestores, los mejores actores o los mejores directivos.
El mundo nos presenta lideres, triunfadores, ganadores como
modelos a seguir, como figuras a imitar, personajes que acabamos idolatrando.
Y no se puede idolatrar a nadie, se puede admirar pero no
idolatrar, porque si idolatramos acabamos cayendo en el fanatismo , en el servilismo,
actitudes que no dejan espacio a la crítica, actitudes que alimentan una fe
ciega en el ídolo y acabamos rindiéndole
pleitesía sin cuestionarnos por qué, ni para qué lo hacemos. Empezamos haciendo lo que quiere nuestro ídolo
y terminamos olvidando lo que queremos nosotros.
La sociedad necesita personas excepcionales,
diferentes, que siguen sus propios
criterios, que hagan las cosas a su manera, mejor o peor pero a su manera, la
suya y de nadie más. Porque esa forma de
hacer las cosas es lo que les hace especiales, diferentes, innovadores. Personas
capaces de desafiar al mundo para lograr una mejora para los demás, para la
mayoría, para los que la necesitan y no para sí mismos ni para sus ídolos. La sociedad
necesita personas valientes.
El mundo nos presenta personalidades hombres o mujeres
destacados en sus sectores, en sus ámbitos sociales y nosotros nos vemos presionados a seguirlos,
a hacer grandes cosas para parecernos a ellos, a destacar de la misma forma que hicieron ellos. Pero en ese camino por lograr la grandeza nos
olvidamos de lo pequeño, de lo cercano, de lo bueno.
Nos olvidamos de toda esa gente que tenemos cerca, que son
humildes, normales que no están
engolados, ni endiosados, que no cuentan con un público que vitoree sus éxitos,
que aclame sus comportamientos, que envidie sus vidas.
Siempre tendemos a buscar los referentes lejos, lejos en la
distancia y lejos en lo social. En
igualdad de condiciones siempre será más fácil tener como referente al dueño de
una compañía americana que a un director financiero de una compañía española. Siempre será más atractivo imitar a una dependienta
de LVMH en París que a una cajera de
Carrefour en Móstoles.
Miramos arriba y no miramos al lado…..Miramos lo lejano y olvidamos
los cercano, olvidamos lo humano….
Olvidamos a la vecina de arriba que extranjera, separada y sola, trabaja todo el día, para criar y educar con esmero a
su hija… Pero que nunca se rinde...
Olvidamos al compañero que siendo la mente más lúcida de la oficina,
prejubilaron porque a veces la sociedad considera que 50 años son demasiados…. Pero
que ahora se siente más joven y más vivo que nunca….
Olvidamos a la señora mayor que con el tiempo ha perdido al marido,
a los hijos, a la mayoría de las amigas….Pero que no deja que nada empañe su
maravillosa su sonrisa y que tras darse
carmín en los labios y esmalte en las uñas,
sale todos los días de casa, iluminando la calle al pasar con el brillo de sus expresivos
y pequeños ojos. Y así conjugando una
dulce energía vital con una seductora complicidad,
mira al cielo y dice ¡Gracias amigo: Un día más! .
Ninguno ha sido millonario, ni icono de belleza, ninguno ha sido
Director General ni fundado una empresa de éxito. ..Han sacrificado el triunfo social
para conseguir el triunfo humano. Son “Los
que no están en las listas...” Son anónimos…
Pero también sirven de referentes, son modelos a seguir… Son las rocas que afloran
cuando desciende la marea y el agua se va… Son mis referentes: Son : Mi amiga, Mi marido y Mi madre.
Excelente articulo ...
ResponderEliminarpues si...me parece mejor imitar a dependienta de LVMH en Paris oliendo a colonia buena y cara ...que intentar imitar a cajera carrefor mascando chicle...pues si mira..
EliminarMuy buen artículo . Me ha gustado mucho
ResponderEliminarQue buena, amiga, mujer, hija....es de bien nacido ser agradecido....me gusta el recordar que hay que valorar lo cercano, que a veces buscas lejos algo que tienes al lado o q ya tienes, q la vida es más sencilla de lo que pensamos, que la felicidad está en nuestra mano....gracias Lola.
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