A veces vivimos una vida sorprendentemente artificial. Vivimos la vida dentro de una coraza, un armazón para no dejar paso a las preocupaciones, los desvelos, el sufrimiento, las dudas, las emociones, el dolor. Queremos llevar un camino en línea recta cuando el mundo que nos rodea es torcido , con curvas y muy complejo. Pensamos que vivimos de un modo natural y honesto pero cuando por algún capricho del destino, un rayo de luz especial procedente de alguna parte se filtra en nuestra armadura, traspasa lo artificial y llega a rozarnos la piel provocándonos un tenue calambre.., entonces se disparan todas las alarmas en nuestro organismo para crear anticuerpos, para combatirlo como si fuera un elemento patógeno maligno y no paramos hasta destruirlo, hasta librarnos de él para poder seguir nuestro camino en línea recta.
No consentimos que nadie nos detenga, nos
protegemos para que no nos afecten los estímulos externos, no nos involucramos
con lo que pasa a nuestro alrededor y si
nos sugieren salir de nuestro camino preferimos mirar para otra parte. Nos gritan frases como, que nadie te
detenga ,consigue tu objetivo, sufrir es inútil, destruye los apegos, lo
importante eres tú, no llores, sonríe, siempre sonríe , no dejes de sonreír. camina y
no pienses, camina y no recuerdes, camina y no sueñes solo camina, solo aquí y solo ahora. Y nosotros como seres virtuales,
todos con la misma cara por dentro y por fuera, caminamos por una ciudad
virtual en un mundo virtual dentro de una galaxia virtual. Sonriendo, evitando
pensar , intentando no recordar y sin
permitirnos llorar . Pero a costa de
conseguir todo esto en el camino hemos
perdido el alma.ç
Yo no quiero perder mi alma aunque me duela. Me
siento arrastrada por una especie de
corriente marina invisible que nadie
entiende pero que me aleja de mi objetivo, que me hace imperfecta, que
me hace detenerme y aunque sea inútil me hace sufrir , me
recuerda que tengo apegos , que me
importan los demás y que quiero llorar..... Y esa corriente
invisible me recuerda que no es malo sufrir, que no es malo llorar porque para saber sonreír antes tienes que saber llorar, porque para ser feliz antes tienes que saber sufrir, porque para que un amanecer
te parezca más bello tienes que pasar todo la noche despierto, porque para que el
descanso te reconforte tienes que estar agotado y porque para que de verdad
aprecies un vaso de agua tienes que estar sediento..
Pero el mundo nos grita que hay que huir de esa corriente marina
invisible ..Se consideran personas
afortunadas aquellas que mueren con la
armadura intacta, aquellas que mueren sin llegar a ver esa luz o que pese a verla no les afecta, aquellas que
no han sido arrastradas por ninguna corriente marina y siguen su camino sin
detenerse, sin mirar atrás, sin deslumbrarse por ese relámpago que traspasa la
coraza, esa luz que provoca dolor, preocupación , desvelo pero también
felicidad.
Y con el tiempo nos convertimos en personas
supuestamente perfectas en un mundo supuestamente perfecto. Empezamos tomando pastillas para estar delgadas y sin arrugas
por fuera y acabamos tomando pastillas
para estar tranquilas y contentas por dentro.
Pastillas para ser perfectas por fuera, pastillas para ser perfectas por
dentro....para no salirnos del camino perfecto.
Y con el tiempo cada vez seremos menos nosotros, cada
vez menos afectivos porque habremos perdido nuestra identidad, habremos perdido
las huellas que el dolor y los años erosionan
en el alma y en la piel,
Y con el tiempo cada vez estaremos más distantes
Y con el tiempo nos rendiremos sin plantar batalla,
cederemos sin mirar a los ojos
Y con el tiempo llegaremos a vivir con rencores, a
convivir con las culpas, a tapar los
errores, a negar los fracasos a ocultar las emociones, a alterar nuestros
sueños , a reprimir nuestras lagrimas, a callar nuestras conciencias.
Y así con el tiempo
perderemos nuestra esencia, nos perderemos a nosotros mismos y nunca llegaremos
a encontrarnos. Porque son esas luces,
que solo si estamos atentos, que solo si miramos a nuestro alrededor conseguimos ver sin necesidad de apartarnos
del camino, son esas luces , las que
elevan nuestras vidas, nos empujan fuera del camino, nos muestran hermosos
espejismos y perturban nuestros corazones.
Porque
si un corazón se mueve cerca de nosotros tira del nuestro y a su vez el nuestro
tira de otro como si estuvieran unidos por una cuerda invisible pero imposible
de romper, como si estuvieran unidos con el objetivo de subir a la misma cumbre
aunque escalando por rutas diferentes.
Porque sin esas luces, sin esos corazones, sin
esa cuerda invisible, sin esos tirones que a a veces duelen, a veces molestan pero
siempre emocionan, nuestra existencia seria mas anodina, menos vital.....menos
vida.
Porque cuando
leas esto querida lectora ...."Si tu corazón no se mueve no tira
del mío".
Para mí, mi GRAN objetivo es librarme de la armadura.
ResponderEliminarEs VER mi esencia. Es ver a través de ella. Y mostrar mi esencia a los demás.
¿En el camino? He aceptado que habrá muchas curvas, muchos pasos hacia detrás, muchas piedras en las que pararme y descansar de tanto sufrimiento. Pero estoy convencida de que todo eso es lo que me ayudará a conseguir mi objetivo.
Y sí, considero que el camino es mejor si vas junto a otros. Aunque a veces, como tú has dicho, amiga Lola, nos den tirones que a veces duelen.
Besitos!
Élida