Me atreví a dar el tercer trago y percibí la refrescante sensación de las burbujas estallando en ese enigmático sabor del vino mientras resbalaban por la parte alta de mi garganta. Me picaba el paladar. Me escocían los ojos. Y sin embargo una agradable sensación de inquietud se empezó a apoderar de mi , empezaba a reconocer el cálido efecto que noto cuando estoy contigo.
Siempre dices que no hay nada como congeniar mucho con una persona y hablar con ella durante una comida para diluir los problemas . Y siempre dices que nadie congenia más que tú y yo.
Miro a mi alrededor, el restaurante es el mismo, aunque hoy hay menos luz.
La misma mesa debajo de la ventana ,como todas las veces que me has traído aquí, aunque hoy hay una incómoda corriente.
Siempre dices que para que la conversación fluya mas fácilmente hay que regarla con una buena jarra de sangría durante la comida
Pues aquí esta, coronando la mesa una jarra rebosante de sangría, además hay una cascara de limón hábilmente enroscada en el borde, justo como a ti te gusta. Aunque hoy está más fría .
Y siempre dices que después de la conversación y de muchos tragos viene lo mejor: Las risas. Por eso doy el cuarto trago hasta vaciar la copa , ya no siento frescor cuando la sangría recorre mi garganta y mi esófago, ahora siento que en su alocado descenso me quema y deja en llamas todo el recorrido. !!Buena señal !! Porque según tu teoría el momento "en llamas" es el mejor porque es el preciso instante en que nos reímos por todo.
Nos reímos porque el camarero es tan delgado que parece una cerilla, porque se te han olvidado las llaves dentro de casa, porque los señores de la mesa de al lado no paran de mirarnos con cara de conquista o porque te he invitado a comer pero como no tengo dinero, tienes que pagar tu.
Me estoy partiendo de risa cuando de repente el camarero se acerca. Hoy no me parece una cerilla. ¡Quizás haya engordado! _ Pienso mientras se para enfrente de mí.
_ Disculpe señora vamos a cerrar_ Me dice con voz compasiva.
_ ¿Cómo dice ?_ Le contesto de forma incrédula
_Que cerramos Señora _Insiste con un tono menos compasivo
Casi todos los días " El cerilla" nos acaba echando pero siempre dice: "Señoras". Sin embargo hoy ha dicho: "Señora".
Señora, ha dicho Señora en singular... ¿ Por qué ? ¿ Estoy sola? De repente noto como si un trozo de hielo se hubiera escapado de la jarra y me hubiera caído en el corazón... ¿ Dónde estás mama?
Y entonces me acuerdo que no estás....
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