¡Mama tienes un telegrama! Así empezó todo: con la voz de mi hija
pequeña. El telegrama decía que mi hijo mayor estaba herido en un hospital de
Zaragoza. No decía mas. Tras leerlo no lo dudé, dejé a mi hija con mi hermano, cogí
el coche y empecé un fatídico viaje.
Por más que pisaba el acelerador me parecía que el
coche no avanzaba, no adelantaba lo suficiente. Al final llegué. Recorrí todos
los hospitales, centros de salud, hablé
con médicos, enfermeras, personal sanitario, y nada. Nadie sabía dónde estaba
mi hijo, no podía ser , alguien lo habría visto , alguien tendría que saber
algo... Finalmente me indicaron un viejo hospital. No estaba en la ciudad.
Estaba en un pueblo cercano, era mi única
esperanza. A duras pena salí de la ciudad y tras preguntar a varias personas encontré
el pueblo y el hospital. Estaba medio derruido , el aspecto era desolador ..me
bajé del coche y entre jóvenes malheridos llamando a sus madres, gritos de
dolor, vómitos y sangre me hice paso por
los fúnebres pasillos . Miraba cama por cama, si me paraba me cogían de la
mano, sus caras suplicaban cariño, pero yo no podía articular palabra,
un nudo atenazaba mi garganta. No eran
españoles. Por sus rasgos y el color de la piel parecían árabes. De repente una
voz familiar grito mi nombre . ¡ Era la
voz de Carlos, el amigo de mi hijo!
_ ¡¡Carlos!! Estas aquí , es un milagro ¿ Dónde está tu amigo, donde esta mi hijo Antonio?
llevo dos días buscándole y no le encuentro, me dijeron que estaba herido y que
lo encontraría aquí.
_Estábamos juntos en la trinchera con nuestros moros, rodeados por fuego enemigo , cuando estallo la bomba, murieron todos .. dijo Carlos con un hilo de
voz
Y en ese instante un escalofrió me atravesó el cuerpo...
-¡Pero él está vivo ! Añadió .. Tenía mucha sangre en una pierna.. pero
estaba consciente ...,se lo llevaron en la ambulancia antes que a mí ...,hay un
hospital de campaña en la carretera, ¡Tiene que estar allí! Me dijo con emoción
contenida
Cuando ya me iba con la única obsesión de encontrar el hospital de campaña, me preguntó: _Lola ¿ Me
puedes rascar la pierna? Con la escayola de los brazos no puedo moverme y me pica mucho .Me acerqué
y solo entonces me di cuenta que no tenia piernas. Simulé que le rascaba, le
miré con inmensa ternura y con emoción contenida para no romper a llorar, le di
el beso que tanto ansiaba dar a mi hijo y salí corriendo porque las lagrimas
empezaban a asomar a mis ojos. ¡Dios mío por favor que esté vivo!. Aunque sea
sin piernas como Carlos. Aunque este mal herido. Aunque sea lo último que haga...
Pero concédeme la dicha de verlo otra
vez. Es mi hijo mayor, el intelectual de la casa, el más cariñoso , noble con
todo el mundo, con ese don de gentes que tiene, tan fino y siempre tan
pendiente de su madre, no te lo lleves ahora por favor, no me lo quites.
Cogí el coche. Medio aturdida pise el acelerador aunque no sabía muy
bien donde estaba ni a dónde iba . El paisaje que me encontré fue desolador,
cuerpos tirados y mutilados en la cuneta, coches destrozados, tierra quemada...
Pero no había hospitales , no había enfermos, ni enfermeras. ¡Nada !
Por fin vislumbré algo que se movía, era un grupo de militares, paré el
coche a escasos metros de ellos ,me
acerqué y pregunté por el hospital de campaña.
_ ¡Señora todos los hospitales de campaña han sido bombardeados ! Esto
es el frente , pero si quiere mire en la colina._ Me contestó el que parecía
tener mayor graduación_ ¿ Por qué en la colina?
¿ Que había en la colina? insistí- No hubo respuesta.. Ya había empezado
a subir la colina cuando una granada hacía saltar por los aires mi coche salpicando metralla, llamas y tierra, dejándome sin vuelta atrás, marcándome el camino, incitándome a correr como el que se tire al agua para no abrasarse
_¡Señora al suelo! ¡Vuelva ! ¡Nos están atacando, por Dios, póngase a
cubierto la van a matar..! Oía que me gritaban desde la carretera. Pero yo solo
pensaba en subir.. Subía y las voces se diluían,
subía y mi cuerpo se encogía ...,cada paso que daba mi corazón
latía con más fuerza, cada metro que recorría se aceleraba mi pulso, hasta que sentí una sacudida ,una especie de
pinchazo que paralizó todo movimiento de mi cuerpo. En la cima de la colina, en
una especie de atalaya y entre montones
de tierra, aparecieron decenas de palos
incrustados y entre las decenas de
palos, una cruz. Solo una . Una cruz de madera.
Me
caí al suelo . No podía seguir. Oí la voz de mi hijo detrás mío. Me llamaba,
Me volví para abrazarlo pero no estaba. Tenía que avanzar, subir a la atalaya, saber
si era él, pero estaba paralizada ¡¡Dios
mío ayúdame !!grité. Y usando algo que qué había dentro de mi, una fuerza insondable que pensé que no tenia, me arrastré por la tierra , me mezclé con ella intentando acortar la distancia entre dos mundos,
la distancia entre la vida y la muerte, y mientras avanzaba gritaba ¡¡ No puede ser!! , llegué a la cruz y ahora era mi mirada la que gritaba ¡¡No
puede ser él!! Entonces cavé. Cavé como
loca , cavé al mismo ritmo que me latía
el corazón, cavé con mis manos y cavé
con mi alma , cavé compulsivamente, ansiosamente,
cavé con desesperación Hasta que empezó a llover , la tierra empezó a
humedecerse , y a ofrecer menos
resistencia a la erosión de mis manos, estaban negras, como todo lo demás y en el preciso instante
que un relámpago ilumino la colina asomó un cuerpo. Lo desenterré. Era él . Le abracé.
Lola...no sabía nada. Hablaremos
ResponderEliminarEres muy fuerte bss
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