Hoy he comido con una
amiga y hemos hablado de lo fácil que resulta engañar a alguien que está predispuesto
a escuchar. Nos engañan las grandes
empresas de consumo cuando detectan que tenemos una necesidad, nos engañan los
que ejercen el poder porque necesitamos que nos dirijan, nos engañaron nuestros
padres al hacernos creer en los reyes magos porque necesitábamos soñar, nos
engañan nuestras parejas porque necesitamos creer en el amor eterno,
nos engañan las empresas con sus delirios de grandeza porque necesitamos creer
que se puede llegar y nos engaña la
religión haciéndonos creer en un cielo porque no queremos esfumarnos sin más.