Hace unas
semanas ingresaron a mi madre. El ambiente de hospital me sobrecogió. Enfermeras recorriendo los pasillos a paso
ligero. Sillas de ruedas con enfermos
consumidos, celadores moviendo camas como autómatas programados con un mando a distancia.
Pequeñas consultas con puertas semicerradas que dejaban entrever a jóvenes
médicos estudiando informes….Y al final
de un largo pasillo la sala de observación, paneles de control, goteros, respiradores,
monitores.... Entre todo ese hervidero
de profesionales de la medicina y
tecnología hospitalaria estaba mi madre,
media cortina separaba la mínima distancia con la otra cama. Me acerqué. Me sonrió.
Pronto saldría. Le cogí la mano y se le iluminó la cara. La luz que desprendía iluminó también la cama de al lado. Y entonces
reparé en ella....