domingo, 26 de enero de 2014

DIBUJAR LA CARA DE DIOS.



Sincronizar es hacer que coincidan en el tiempo dos o más fenómenos, en otras palabras sincronizar se refiere a que dos o más eventos sean programados para que ocurran en un momento predefinido de tiempo o lugar.

Sincronizamos videos, relojes,  archivos ,bailes y música…
Pero sobre todo nos sincronizamos con la música…
Los investigadores de la academia de  Sahlgrenska,  de la universidad de Gotemburgo, Suecia, estudian como la música, en términos puramente bilógicos, afecta a nuestro cuerpo y a nuestra salud. Los resultados del estudio demuestran que cantar al unísono tiene un efecto de sincronización, la frecuencia cardiaca de los cantantes tiende a aumentar y disminuir al mismo tiempo y por lo tanto canciones con frases largas logran el mismo efecto que los ejercicios de respiración en el yoga. El canto no solo sincroniza los movimientos musculares y las actividades neuronales de los cantantes también sincroniza los movimientos del corazón.
Cantar de forma sincronizada genera un vínculo de voluntad colectiva, de unión con los demás difícil de destruir, activa nuestro cuerpo, descansa la mente y nos enciende el corazón. Y la prueba la tenemos en los estadios, cuando cantamos a nuestros equipos, en las iglesias cuando cantamos a Dios , en las guerras cuando los soldados cantan a la patria , cuando éramos pequeños y cantábamos todos juntos en el colegio o cuando hemos sido mayores y cantamos con amigos nuestras canciones favoritas.  En todas estas ocasiones nos hemos sentido felices, rebosantes e indestructibles.