jueves, 18 de diciembre de 2014

MIRAR AL CIELO

 

Son las doce de la noche, todos están durmiendo, he salido a la terraza, a pesar de ser un quince de Diciembre no hace frio en la calle, podía escuchar el silencio de la noche, podía escuchar el rumor de las estrellas al formar las constelaciones mezclado con el susurro del aire al formar el viento y entonces... He alzado los ojos y  he mirado al cielo.
 
Todo despejado, todo tranquilo, al respirar la quietud de la noche he sentido como la paz volvía a mí , todo volvía a fluir y a diluirse de una manera natural y entonces la vi. Era una estrella que brillaba más que las demás y se movía lentamente, sinuosamente, bailaba en medio de la oscuridad al compas de una música que yo no oía pero me hacia sonreír ,bailaba en medio de la nada al ritmo de una melodía que yo no oía pero  también me hacia llorar ..._"Buenas noches mama"_ le dije... Y noté una vibración que salió del cielo y se coló en mi terraza para rozarme la mejilla en forma de caricia, y ese roce provocó un sonido imperceptible a los oídos pero  que claramente decía:  _"Buenos noches cariño"....

viernes, 5 de diciembre de 2014

CONCHITA CAMPINS: ADIOS MAMA

Muchas gracias  a todos por venir a  despedir a Conchita. Nuestra madre.
Todos los que la conocimos hemos notado que desde el día 27 nuestro entorno brilla menos, hemos perdido su luz y su alegría. Hemos dejado de recibir sus innumerables llamadas y de oír su voz que para mí era el sonido más dulce y melodioso que alguien podía entonar. Siempre nos despertaba cantando. Hemos dejado de ver su sonrisa y hemos dejado de sentir sus besos y abrazos. Cosas  que nos daba, que nos parecían tan cotidianas y tan naturales pero ahora que  nos faltan, las echamos tanto de menos...
Cuando estaba en el hospital en una ocasión le pregunte ¿Qué era lo más importante para ella en la vida? , me contesto que no achicarse por nada, no perder la alegría, pero  sobre todo el cariño...
Mama no me puedo creer que hayamos perdido tu cariño, tienes que estar cerca y seguir queriéndonos porque hay cariños que van más allá de la muerte, del espacio y del tiempo. Cariños que aunque sean invisibles, nunca se acaban, están presentes traspasando las dimensiones y las  leyes de la vida. Esas leyes que te gustaban tan poco...
Me acuerdo que siempre me decías: "María Dolores cuando me muera no digas la edad que tengo porque la gente va a decir..." Bueno ya era mayor, ley de vida... y no les voy a dar ninguna pena". No mama la pena y el dolor no entienden de edades, ni de las leyes de la vida. Y ahora el dolor de tus  hijos, de tu familia, de tus amigas  es infinito y no encuentra consuelo en ninguna ley de vida.