viernes, 17 de junio de 2016

EL QUINQUÉ AZUL

 

Tengo que ir a comprar loctite . ¿Cuál compraré loctite con pincel o en gel? ¿Se notará?¿ Se verán las juntas?¿ Y si no están todas las piezas? ¿Y si falta alguna?. Voy a mirar ..Lo voy a intentar…Estoy asustada...¡¡ No, no encajan!! ¡¡ Faltan dos..!!  ¡No podré arreglarlo! ¡No sola no! , ¡No soy capaz! ¿Por qué estoy tan triste?¿ Por qué no puedo parar de llorar?  
 
Llamaré a mi marido necesito desahogarme, hablar con alguien que me consuele, que me diga que no me preocupe, que se arreglará, que quedará como nuevo.... ¡No!  Mejor no le llamo, me va a decir que le estoy echando en cara que fuera él quien lo rompiera, que le echo en cara su torpeza,  que lo hago de forma subliminal, muy sutilmente,  pero se lo hecho en cara. Y tendría razón , porque él  tiene parte de culpa, sabia lo importante que era para y no lo cuidó, no lo empaquetó ..para él no era importante … y por eso se le cayó al suelo en el traslado y se hizo añicos ...
El quinqué azul que me vio nacer y crecer, el quinqué azul que presidia un cuarto de estar que ya no existe, de una casa familiar que ya no existe, de un tiempo que ya no existe...ese quinqué azul se ha roto en mil pedazos...¿y que me queda?... ¡Nada! ya  no me queda nada .
 



 
Mi madre siempre me decía que era único, que era de su abuela, que tenía más de 100 años y quería que fuera mío, ahora me tocaba a , era mío, pero solo temporalmente porque  su destino final era mi hija Beatriz... siempre me decía que había pasado de generación en generación y que era el símbolo de los Campíns. Cuando  mi madre estaba en el hospital fui a su casa y lo único que cogí fue ese quinqué… lo cogí antes de que muriera porque llevándomelo le rescataba  de la muerte , de la tristeza, del dolor, el seguiría en pie, iluminando mi vida donde  quiera que fuera, porque de alguna manera estaba impregnado de mi madre, de su madre y de la madre de su madre,  estaba impregnado de amor , porque de alguna manera    a través de su porcelana de color turquesa y sus flores amarillas, verdes, rosas,  y naranjas,  ellas  iluminarían mi vida . Era un quinqué encantado, una lámpara mágica y solo yo sabía que genio escondía... por eso no me cansaba de mirarlo, por eso quería protegerlo. Pero ahora está roto  . Y yo estoy rota por dentro.
 
Mejor llamaré a mi hermano… él sabe lo importante que es para y entenderá como me siento…, sentirá mi dolor porque también será su dolor y en ese dolor nos uniremos los dos...,¡No, no  lo haré! No puedo llamarle porque me echará en cara que no lo cuidé , que no lo protegí, que durante 100 años, todas las generaciones de mi familia lo protegieron de guerras, traslados, robos y yo por un descuido, yo lo he roto , mejor dicho he permitido que se rompiera y  se ha roto para siempre , quedará en evidencia mi torpeza y no podré soportar la sensación de culpabilidad. 
Llamaré a mis hijos ...se lo debo , se lo he quitado antes de que fura suyo ..y es algo que les pertenece a ellos , es su historia, es su pasado.. Ya no podrán mirarlo y evocar otros tiempos, otras vidas, evocar ese cariño que va más allá de la muerte .¡No!  tampoco les llamare a ellos, no lo entenderán ..Son demasiado jóvenes para entender el valor y los vínculos de las cosas,  todavía no saben que las cosas pueden hablar, pueden escucharte, pueden transmitir sensaciones, porque hay cosas que dejan de ser cosas para ser seres que nos hablan, que nos transmiten fuerza y energía, cosas que hemos encantado porque las sentimos y las amamos, cosas que te unen a las personas que quieres aunque ya no están contigo, cosas que si las miramos con cariño llegamos a sentirlas , llegamos a hacerlas nuestras, llegamos a encantarlas y las convertimos en únicas. El quinqué azul era único, pero ellos, mis hijos todavía no lo saben ... Era un símbolo de belleza que todos los artistas podían interpretar , un símbolo de antigüedad que solo los anticuarios podían  interpretan y un símbolo de cariño y amor que solo yo podía interpretar, ellos todavía no. 
 Pero necesito hablar con alguien y contárselo, necesito contar a alguien lo mucho que he perdido necesito contar que era mucho más que un quinqué, que era parte de mi vida... 
 Llamaré a mi amigo , a ese buen amigo que siempre me escucha y me aconseja sabiamente...seguro que me consuela y me dice cosas que me animan ...¡No! tampoco le llamaré a él , no lo haré, pensará que busco algo más, que busco una excusa para que me abrace, le puedo dar pie a que piense otra cosa, a que piense que busco otro  tipo de cariño..., otro tipo de consuelo.., él no me entendería no ha sentido el dolor y el vacío de la perdida, no puedo llorar al que nunca ha llorado…. 
 
A quien llamo Dios mío, quien me puede entender, quien me puede dar la mano y decirme no te preocupes, todo está bien, la vida no está en el quinqué ..la vida está a tu lado. 
Y entonces lo supe , ella me ayudará, no me reprochará nada, no me echará  nada en cara , no pensará que busco otras cosas, otros intereses, no me dirá que estoy loca y exagero, no me cuestionará ni me juzgará porque ella es mi amiga , ella me entenderá porque hablamos y nos escuchamos , nos conocemos y nos recordamos lo que somos, lo que fuimos y juntas soñamos lo que algún día seremos. Solo bajara del sexto al cuarto piso, me dará la mano, y sin decirme nada se quedara a mi lado, sin decirme nada pegaremos el quinqué pieza por pieza,  en silencio porque las cosas  importantes se dicen en silencio, se dicen sin palabras ,sin decir nada . La llamaré a ella. Nunca recuperaré la pieza y la belleza del quinqué, nunca será igual, y yo nunca seré la misma.  Pero ella me entenderá, ella estará a mi lado.

7 comentarios:

  1. Pues si,las amigas nos entienden, nos consuelan, nos apoyan, son uno de los pilares más importantes de la vida. Una buena amiga además quita importancia a las cosas, las relativiza, las positiviza porque cuando estás sola con tus pensamientos te pierdes en ellos, en las parábolas q te creas en tus miedos. Una buena amiga te ayudas a desprenderte de las cosas de los problemas a ver la luz del día y a volar libre siendo tu, sin necesitar nada, sólo está en paz. Realmente buscamos eso, el encontrar la paz interior q nos calme y nos quite el desvconsuelo. Ese desconsuelo q has descrito tan bien.....

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  2. Qué bonito lo que escribes, Lola. !No sabes cómo te comprendo...!Se perfectamente del vinculo al que te refieres. Sólo una mujer tan sensible, sentimental y que haya estado tan unida a su madre y familia como tú, podrá entenderte.
    Yo tambien tengo roto mi "quinqué azul".
    Te quiero, amiga. No te olvides de llamarme cada vez que tengas que pegar pedacitos de tu vida.

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  3. Rafa, 18 de junio de 2016.

    El dolor no es por el jarrón, es por el recuerdo. Los pedazos rotos no son de porcelana, son de amor. De amor a personas que ya no están. El pegamento no es loctite, son lo que te quieren; tu familia, a "los que nos interesa".
    Corre y coge otro recuerdo de aquél tiempo. A Bea le da igual. Sufrirá dentro de unos años lo mismo que tu ahora, con otro jarrón, con cualquier objeto o con una foto.
    No hay culpables, no es el accidente...es la vida. Aunque duela, mejor el dolor que el olvido.

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  4. Tienes razón Rafa es la vida que te separa de las personas y te rompe las cosas aunque a veces cuando menos te lo esperas te pone en las manos un pegamento mas fuerte que el loctite....Vosotros ya estáis pegados a mi vida.

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  5. Ten en cuenta que somos supervivientes, tambien de esta aventura que es la vida!!
    Y estamos encantados de que nos hayas hecho un hueco a bordo!!!

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  6. Tengo la impresión de que nos espera una larga y emocionante aventura juntas.....

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  7. "me dará la mano, y sin decirme nada se quedara a mi lado, sin decirme nada pegaremos el quinqué pieza por pieza, en silencio porque las cosas importantes se dicen en silencio, se dicen sin palabras ,sin decir nada"

    Silencio.

    No digo más palabras.

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