miércoles, 9 de diciembre de 2015

LA CRUZ DE MADERA

Resultado de imagen de la cruz de madera

¡Mama  tienes un telegrama!   Así empezó todo: con la voz de mi hija pequeña. El telegrama decía que mi hijo mayor estaba herido en un hospital de Zaragoza. No decía mas. Tras leerlo no lo dudé, dejé a mi hija con mi hermano, cogí el coche y empecé un fatídico viaje.
 Por  más que pisaba el acelerador me parecía que el coche no avanzaba, no adelantaba lo suficiente. Al final llegué. Recorrí todos los  hospitales, centros de salud, hablé con médicos, enfermeras, personal sanitario, y nada. Nadie sabía dónde estaba mi hijo, no podía ser , alguien lo habría visto , alguien tendría que saber algo... Finalmente me indicaron un viejo hospital. No estaba en la ciudad. Estaba  en un pueblo cercano, era mi única esperanza. A duras pena salí de la ciudad y tras preguntar a varias personas encontré el pueblo y el hospital. Estaba medio derruido , el aspecto era desolador ..me bajé del coche y entre jóvenes malheridos llamando a sus madres, gritos de dolor, vómitos y sangre me hice paso  por los fúnebres pasillos . Miraba cama por cama, si me paraba me cogían  de la  mano, sus caras suplicaban cariño, pero yo no podía articular palabra, un  nudo atenazaba mi garganta. No eran españoles. Por sus rasgos y el color de la piel parecían árabes. De repente una voz familiar grito mi nombre .    ¡ Era la voz de Carlos, el amigo de mi hijo!


_ ¡¡Carlos!! Estas aquí , es un milagro ¿ Dónde  está tu amigo, donde esta mi hijo Antonio? llevo dos días buscándole y no le encuentro, me dijeron que estaba herido y que lo encontraría aquí.
_Estábamos juntos en la trinchera con nuestros moros,  rodeados  por fuego enemigo ,  cuando estallo la bomba,  murieron todos .. dijo Carlos con un hilo de voz
Y en ese instante un escalofrió  me atravesó el cuerpo...
-¡Pero él está vivo ! Añadió .. Tenía mucha sangre en una pierna.. pero estaba consciente ...,se lo llevaron en la ambulancia antes que a mí ...,hay un hospital de campaña en la carretera, ¡Tiene que estar allí! Me dijo con emoción contenida
Cuando ya me iba con la única obsesión de encontrar  el hospital de campaña, me preguntó: _Lola ¿ Me puedes rascar la pierna? Con la escayola de los brazos  no puedo moverme y me pica mucho .Me acerqué y solo entonces me di cuenta que no tenia piernas. Simulé que le rascaba, le miré con inmensa ternura y con emoción contenida para no romper a llorar, le di el beso que tanto ansiaba dar a mi hijo y salí corriendo porque las lagrimas empezaban a asomar a mis ojos. ¡Dios mío por favor que esté vivo!. Aunque sea sin piernas como Carlos. Aunque este mal herido. Aunque sea lo último que haga... Pero concédeme la dicha de verlo  otra vez. Es mi hijo mayor, el intelectual de la casa, el más cariñoso , noble con todo el mundo, con ese don de gentes que tiene, tan fino y siempre tan pendiente de su madre, no te lo lleves ahora por favor,  no me lo quites.
Cogí el coche. Medio aturdida pise el acelerador aunque no sabía muy bien donde estaba ni a dónde iba . El paisaje que me encontré fue desolador, cuerpos tirados y mutilados en la cuneta, coches destrozados, tierra quemada... Pero no había hospitales , no había enfermos, ni enfermeras. ¡Nada !
Por fin vislumbré algo que se movía, era un grupo de militares, paré el coche a  escasos metros de ellos ,me acerqué y pregunté por el hospital de campaña.
_ ¡Señora todos los hospitales de campaña han sido bombardeados ! Esto es el frente , pero si quiere mire en la colina._ Me contestó el que parecía tener mayor graduación_ ¿ Por qué en la colina?  ¿ Que había en la colina? insistí- No hubo respuesta.. Ya había empezado a subir la colina cuando una granada hacía saltar por los aires mi coche salpicando metralla, llamas y tierra, dejándome sin vuelta atrás, marcándome el camino, incitándome a correr como el que se tire al agua para no abrasarse
_¡Señora al suelo! ¡Vuelva ! ¡Nos están atacando, por Dios, póngase a cubierto la van a matar..! Oía que me gritaban desde la carretera. Pero yo solo pensaba  en subir.. Subía y las voces se diluían, subía  y mi  cuerpo se encogía ...,cada paso que daba mi corazón latía con más fuerza, cada metro que recorría se aceleraba mi pulso,  hasta que sentí una sacudida ,una especie de pinchazo que paralizó todo movimiento de mi cuerpo. En la cima de la colina, en una especie de atalaya y  entre montones de tierra, aparecieron  decenas de palos incrustados  y entre las decenas de palos, una cruz. Solo una . Una cruz de madera.
Me caí  al suelo . No podía seguir.  Oí la voz de mi hijo detrás mío. Me llamaba, Me volví para abrazarlo pero no estaba. Tenía que avanzar, subir a la atalaya, saber si era él, pero  estaba paralizada ¡¡Dios mío ayúdame !!grité.  Y usando algo que  qué había dentro de mi, una fuerza insondable  que pensé que no tenia,   me arrastré por la tierra , me mezclé con ella  intentando acortar la distancia entre dos mundos, la distancia  entre la vida y la muerte,  y mientras avanzaba gritaba ¡¡  No puede ser!! ,  llegué a la cruz y ahora era mi mirada la que gritaba ¡¡No puede ser él!! Entonces cavé. Cavé  como loca , cavé  al mismo ritmo que me latía el  corazón, cavé con mis manos y cavé con mi alma , cavé compulsivamente,  ansiosamente,  cavé  con desesperación  Hasta que empezó a llover , la tierra empezó a humedecerse , y a ofrecer  menos resistencia a la erosión de mis manos, estaban negras,  como todo lo demás y en el preciso instante que un relámpago ilumino la colina asomó un cuerpo. Lo desenterré.  Era él . Le abracé.

 

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